El derecho es un lenguaje con rasgos lingüísticos propios y sus hablantes somos los juristas. El derecho, como todo lenguaje, tiene la capacidad de crear o modular la realidad y, desde esa perspectiva, es un arma de poder. Que una palabra esté o no en los textos jurídicos tiene vital importancia. El derecho puede ser un lenguaje manipulador y deliberadamente persuasivo. Si el derecho es un lenguaje, podemos y debemos estudiarlo con un enfoque lingüístico. Con ello conseguiremos racionalidad jurídica (sistematizar,) y, sobre todo, racionalidad comunicativa (acercar). Los estudiosos del lenguaje jurídico alcanzaron ya un diagnóstico: su baja calidad y […]